"Cuando vives duro y juegas duro, pagas el precio"

TÍTULO ORIGINAL: The Wrestler

TÍTULO EN ESPAÑOL: El luchador
DIRECTOR: Darren Aronofsky
PAÍS: Estados Unidos
AÑO: 2008
REPARTO: Muckey Rourke, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood, Judah Friedlander, Ajay Naidu
SINOPSIS: Randy "The Ram" Robinson es un luchador profesional de wrestling, ya retirado que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, Randy decide poner un poco de orden en su vida; intenta acercarse a la hija que abandonó, Stephanie, a la vez que trata de superar su soledad con el amor hacia Cassidy, una streaper.

***

Buena.
¿Qué pasa si sólo sabés hacer una sóla cosa bien y eso no es bueno para tu salud? Básicamente, esa sería la gran cuestión acá. Randy es un luchador que vive con el dinero justo, trabaja a medio tiempo en un supermercado y pasa muchas noches en un club nudista. Los momentos más importantes de su vida son los que pasa arriba del cuadrilátero, azotando tipos o dejándose golpear él para alegría del público.
Cuando descubre que tiene problemas de salud decide con gran pesar dejar la lucha. Intenta recuperar a su hija, a quien abandonó años atrás; quiere una relación más cercana con Cassidy y pide más horas de trabajo en el supermercado. Pero, ¿se pueden abandonar las viejas mañas?
En la peli se muestra el abuso de anfetaminas y demás drogas que "ayudan" a los luchadores a sobrellevar los dolores que les causan los flagelos sufridos arriba del ring. Las imágenes de las luchas son algo crudas a veces, y ni hablar cuando curan a los tipos.
No le daría un premio Oscar ni a la peli ni a Rourke, no actuó mal, pero tampoco hizo nada del otro mundo...además, en esa cara ni con lentes identificás una emoción.
Me gustó hasta ahí, me resultó interesante.

Nota: Mickey Rourke está hecho mieeeerrrrda...¡cómo te vas a desfigurar así, loco! Después nos quejamos de las mujeres (que son ridículas, sí), pero los tipos...¡¡¡dan lástima!!!